Cada 23 de junio celebramos el Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería. Esta fecha rinde homenaje a mujeres que han desafiado estereotipos y han dejado huella en un campo liderado por hombres durante décadas. También busca motivar a más niñas y jóvenes a imaginarse un futuro como ingenieras.
¿Por qué celebramos este día?
Desde 2014, el Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería —impulsado por la Women’s Engineering Society (WES) del Reino Unido— busca inspirar a más mujeres a ingresar en esta disciplina. Además, promueve redes de apoyo y visibilidad para que más mujeres puedan alcanzar su máximo potencial.
Hoy compartimos dos historias inspiradoras. Dos mujeres que, desde mundos muy distintos, demostraron que la ingeniería también puede tener rostro femenino.
Karlie Kloss: Del modelaje al código
Karlie Kloss es mucho más que una supermodelo internacional con más de 36 portadas en Vogue. Es también una apasionada de la programación y una firme defensora del acceso femenino a las disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).
Su primer acercamiento con el mundo de la tecnología fue en 2014, cuando asistió a un bootcamp de codificación, ella siendo la única mujer presente. Esta experiencia la marcó profundamente. Tanto, que decidió usar su plataforma y visibilidad para abrirle las puertas a otras chicas. Ese mismo verano fundó Kode With Klossy, una organización sin fines de lucro que ofrece campamentos de programación gratuitos para adolescentes alrededor del mundo.
Kloss no solo financió los programas con sus propios contratos con marcas como Adidas, Swarovski o Express; también participó activamente en el diseño del plan de estudios y en la selección del equipo docente. Lo hizo porque sabe que “hay muchas chicas que pueden cambiar el mundo si tienen acceso a este tipo de oportunidades, pero muchas ni siquiera se atreven a intentarlo porque no ven a otras como ellas en esta industria”. Esto en palabras de la misma Kloss.
Hoy, Kode With Klossy ha llegado a más de 25 ciudades y ha empoderado a más de mil jóvenes. Además, Kloss continúa usando sus redes sociales, su canal de YouTube y su presencia pública para seguir inspirando a una nueva generación de ingenieras, desarrolladoras y creadoras.
Hedy Lamar: “La madre del WIFI”
Décadas antes de Kloss, otra mujer ya había demostrado que se puede ser brillante, hermosa y absolutamente revolucionaria al mismo tiempo. Hedy Lamarr, considerada en su época “la actriz más hermosa de Hollywood”, también fue una inventora brillante que sentó las bases de tecnologías que hoy usamos a diario, como el WiFi, el GPS y el Bluetooth.
Hedy comenzó su carrera actoral a los 16 años, pero detrás de su fama escondía una mente inquieta, curiosa y adelantada a su tiempo, había sido considerada por sus profesores como un “genio total“. Al estallar la Segunda Guerra Mundial, se trasladó a Estados Unidos y, al ver la gravedad del conflicto, sintió la necesidad de contribuir. Decidida a apoyar más allá de los escenarios, solicitó participar en un proyecto de comunicaciones para colaborar con los aliados.
En ese momento las comunicaciones se hacían a través de líneas de teléfono o mensajes encriptados, algunos de estos sistemas tenían fallas como la baja eficiencia de alcance, algunas veces se cortaban y se hallaban vulnerables ante las líneas enemigas.
En una cena conoció al compositor George Antheil. Él era otra figura peculiar pero inteligente a tener en cuenta. Conocido por sus escritos, bandas sonoras y composiciones musicales experimentales, compartía el mismo espíritu inventivo que Lamarr. Juntos desarrollaron una idea revolucionaria: un sistema de comunicación por “salto de frecuencia” entre ondas de radio, con el transmisor y el receptor saltando a nuevas frecuencias simultáneamente que permitía guiar torpedos sin ser interceptados por el enemigo. En 1942, la patente fue aprobada, pero el ejército la ignoró.
Tras este rechazo, Lamarr optó por contribuir vendiendo bonos de guerra.
Décadas después, esa tecnología se convirtió en la base de muchos sistemas de comunicación modernos. En 1997, la Electronic Frontier Foundation le otorgó el Premio Pionero, y fue reconocida oficialmente como la “madre del WiFi”. Hedy falleció en el año 2000, sin haber visto completamente el impacto mundial de su invención, pero dejando un legado imposible de borrar.
Conclusión: El futuro necesita más historias como estas
Karlie Kloss y Hedy Lamarr nos muestran caminos distintos, pero con un mismo mensaje: la tecnología necesita más mujeres. Sus historias demuestran que la ingeniería no solo trata de cálculos o máquinas, sino también de creatividad, visión y propósito.
Porque cuando más mujeres tienen acceso a la ingeniería, no solo se amplían las oportunidades: también se multiplican las soluciones.
